Concluimos hoy la Semana Santa en nuestro pueblo, una semana que comenzaba con la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Los vecinos de Santa Úrsula se congregaron en la explanada del Cementerio para la bendición de los Ramos y a continuación proceder a la procesión en la que se recuerda la entrada triunfal de Jesús. Una iglesia abarrotada, llena de niños, jóvenes y adultos, participaron de la celebración eucarística propia del día. Por la tarde tenía lugar la Representación de la Pasión de Cristo, organizada por los jóvenes de la Parroquia.

Si hay algo curioso en Santa Úrsula, es la procesión del Encuentro, pues en la mayoría de las parroquias se realiza el Viernes Santo en la mañana, sin embargo, aquí tiene lugar el Miércoles Santo, una emotiva procesión que este año cambió de recorrido para encontrarse en el cruce con los salones parroquiales.

Con esta procesión entramos ya de lleno, en todos los actos de la Semana Santa, en los días grandes, el Jueves Santo, con el lavatorio de pies, día del amor fraterno y el servicio que nos insistía en la Eucaristía el Sacerdote encargado de predicar esta Semana Santa. Invitándonos a Servir y Amar. Después de la Eucaristía acompañamos al Señor en la Cruz y su Madre la Virgen en la advocación de la Dolorosa.

El Viernes Santo, después de haber orado durante todo el día en el Monumento, este año realizado por los jóvenes, llegó el momento de los oficios, con la espectacular adoración a la Cruz, que portaron los jóvenes, para a continuación proceder con la procesión del Entierro hasta el Calvario y después acompañar a la Virgen Dolorosa hasta el templo parroquial.

El templo parroquial quedaba cerrado hasta la noche del Sábado, donde tendría lugar la Vigilia Pascual, los católicos celebran la Resurrección del Señor. El templo muestra su máximo esplendor, lleno de flores, cortina, alfombra, y mucha alegría.