Santa Úrsula está coronada por la franja forestal y bañada por las aguas del Atlántico norte, combina los maravillosos encantos naturales de siempre con un desarrollo moderno y sostenido. Posee de todo un poco, nada en exceso. Logra ser un municipio equilibrado de privilegios y dotaciones, cuya escala humana encanta a propios y ajenos.
Ubicada en una de las zonas más hermosas de la isla de Tenerife, en la ladera norte, es ventana hacia espectaculares y emblemáticos paisajes.
Santa Úrsula y su gente dan la bienvenida, tanto a vecinos como a visitantes, y abren sus puertas y ventanas a los usuarios de sus encantos.
UNA GEOGRAFÍA PRIVILEGIADA.
Santa Úrsula, con una superficie de 22,59 km2 y una población de algo más de 14.000 habitantes, se sitúa en la vertiente norte de la isla, concretamente en el extremo oriental de la Cordillera Dorsal, en la llamada Comarca Acentejo. Esta comarca está formada por los municipios de Santa Úrsula, La Victoria, La Matanza, El Sauzal y Tacoronte.
La viabilidad hacia el pueblo es muy conveniente, contando con tres accesos desde la autopista del norte, además de estar atravesado por la carretera general del norte y por la carretera dorsal, que sube hasta el Teide.
Desde sus primeros pobladores, Santa Úrsula es conocida como con el término chimaque por su abundancia en agua, símbolo de vida. De ahí las distintas fuentes, chorros que conservamos en el municipio y la importancia de una de las mejores aguas potables de la zona.
Santa Úrsula, así como las tierras situadas entre La Orotava y La Victoria, eran conocidas por los primeros pobladores con el término de Chimaque, palabra de origen guanche cuyo significado era «fuente de vida», por la abundancia de agua que había en la zona. Este lugar adquiere del nombre de Santa Úrsula, debido a la cesión, en 1612, de unas tierras propiedad de doña María Gallegos para la construcción del Templo Parroquial, en el que expresaba que sería instituido con el honor a Santa Úrsula.
Como la mayoría de los municipios de la vertiente norte de la isla, se extiende desde la cumbre hasta el mar. Su costa abrupta y acantilada, de tres kilómetros de largo, abarca desde la Punta del Viento hasta la del Ancón y esconde pequeñas calas, la de Santana y el Charco El Negro. Estos acantilados costeros están declarados por la Ley de Espacios Naturales de Canarias como Paisaje Natural Protegido de la Costa de Acentejo.
En su frontera más alta podrás adentrarte en las entrañas del pinar, cruzando la dorsal entre sombras rojizas y luz azul custodiado por esbeltos escoltas perennes.
Destacan también el Paisaje Protegido de Las Lagunas y la Reserva Natural Especial de las Palomas, ricos ecosistemas que conforman un atractivo lugar para el desarrollo de actividades en contacto con la naturaleza y el aire libre. Hoy en día sus barrios y núcleos poblaciones principales son La Corujera (que fue atravesado por el antiquísimo Camino de los Guanches), El Farrobillo, La Cuesta de la Villa, El Calvario, La Quinta, La Vera, Lomo Hilo, Pino Alto, Tamaide, Tosca Barrios y Tosca de Ana María.
LA CONQUISTA DEL ESPACIO
Santa Úrsula fue, en épocas prehispánicas, lugar de residencia de Bencomo, el Mencey de Taoro. En la zona de La Quinta Roja, el Barranco de la Cruz, el Barranco Hondo y el Acantilado de Acentejo, así como en zonas costeras, se localizaron numerosos restos aborígenes que demuestran que este lugar fue un importante foco de población del que aún se conservan importantes vestigios.
Tras la conquista en 1496, cuando Alonso Fernández Lugo, en virtud de los poderes que le fueron cedidos, procede al reparto de tierras, sitúa en Acentejo y en el Valle de La Orotava a numerosos naturales de Gran Canaria, así como a su personal de confianza y a aquellos que formaron parte de sus tropas.
Desde 1587 hay noticias parroquiales y constancia de la existencia de la malasia. José de Viera y Clavijo, cuando se refiere a Santa Úrsula cita:
«Está a media legua de La Victoria y cuatro de La Laguna.
Lugar poco arruado, territorio sano, alegre, desejado,
muchas heredades de viñas,
agua excelente llamada de Chimaque,
árboles frutales de toda especie.
La iglesia es muy aseada (…).
Tiene tres ermitas: San Luis, en El Calvario,
San Bartolomé, en La Corujera
y San Clemente, en el Malpaís»
Como consecuencia del desarrollo económico, su carácter eminentemente rural tuvo un progreso vinculado a las haciendas de San Clemente, San Luis y La Quinta Roja.
Las primeras aglomeraciones urbanas se asocian a los espacios con mayores recursos naturales, aptos para la agricultura y ganadería, así como a los manantiales de agua, básicos para la población allí asentada. Los primeros núcleos fueron La Corujera, El Farrobillo, Tosca de Ana María y El Cantillo. Éstos tenían también un marcado carácter rural, viéndose favorecidos por la cercanía del llamado Camino de los Guanches, que servía de conexión con otros núcleos.
A principio del siglo XVII se instaura el curato de Santa Úrsula y se intenta definir sus límites, una ardua tarea que necesitó de varias centurias para su solución. El Municipio, para justificar su delimitación, presentó muchos informes basados en referencias de demarcación de la parroquia y en los documentos comprobantes del reparto de paja y utensilios. Pero, a pesar de los esfuerzos realizados, las pruebas se olvidaron, debido a las valiosas influencias políticas de La Orotava.
En cumplimiento de un Real Decreto del 30 de agosto de 1889, el 27 de febrero de 1897 se reúnen en Tamaide, junto al Barranco de El Pinito, las comisiones de los Ayuntamientos de Santa Úrsula y La Orotava para fijar definitivamente es deslinde. El alcalde de La Orotava, Antonio María Casañas, muestra a los comisionados de Santa Úrsula y su alcalde, Domingo León y Maribel unos documentos que fijaban la linea divisoria de ambas jurisdicciones, aprobada por unanimidad, abandonando así el antiguo curso natural del Barranco del Pino.
BOSQUES Y COSTAS DE ENSUEÑO
Santa Úrsula está coronada por una cubierta de pino canario que la rodea formando una gran mancha de vegetación. Por debajo del espléndido pinar se alza un bosque de laurisilva, un tipo de bosque subtropical caracterizado por una elevada humedad y formado por unas veinte especies diferentes de árboles bajo los que se desarrollan una gran cantidad de helechos, musgos y otras plantas propias de ambientes sombríos. Poéticamente se asocia esta vegetación a bosques encantados habitados por duendes y seres mágicos. Un bosque de castaños, el mayor de toda la isla, hace de transición entre la laurisilva y la zona cultivada para, finalmente llegar al litoral.
Sus espacios naturales, los Paisajes Protegidos de Las Lagunas y de la Costa de Acentejo y la Reserva Natural de Las Palomas, se caracterizan por poseer fauna y flora endémica y en peligro de extinción. El moverse, conformado por el fatal-brezal y la laurisilva cuenta entre sus especies con el acebiño, el sanguino, el laurel y el brazo, entre otras. Su fauna la componen principalmente los arácnidos e insectos, los reptiles-lagartos, lisas o perernquenes, el murciélago orejudo canario, pinzones y las emblemáticas palomas rabiche y turqué, en honor a las cuales la Reserva Natural toma su nombre.
La Reserva Natural Especial de Las Palomas y el Paisaje Protegido de Las Lagunetas están declarados Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) por la Red Europea de Espacios Naturales (Natura 2000)
En la Reserva Natural Especial de Las Palomas se ubica el Área recreativa de Las Palomas, una zona de esparcimiento con fogones, mesas y una zona infantil, entre el monteverde y el pinar.
Destaca especialmente, por su gran belleza, el Bosque de los Sanguinos, en las proximidades del Área Recreativa de Las Palomas. Un ecosistema muy particular ubicado en el monteverde, cuyas características cromáticas acrecientan su hermosura, sobre todo el atardecer, cuando los rayos del sol penetran entre los troncos dando una tonalidad y características lumínicas muy especiales. Además, las capas de hojas que se van depositando en el suelo producen al caminar un sonido muy singular en medio del silencio del bosque.
El Paisaje Protegido Costa de Acentejo contempla toda la línea litoral del municipio y alberga una serie de caminos, dos de los cuales parte desde el monto, el Barranco de la Cruz y el Barranco Hondo. La Vegetación potencial existente en la mayoría de los paseos por el litoral es en general la típica de un piso basa canario donde predominan los matorrales suculentos y vegetación galófila (plantas que soportan grandes cantidades de sal). En las zonas donde el acantilado es más abrupto, la vegetación tiene carácter rupícola, creciendo en las grietas.
PASEOS EN LA NATURALEZA. GUIA DE SENDEROS
EL deseo de estar en contacto con la naturaleza y de practicar deportes y actividades al aire libre, como el senderismo, encuentra en este municipio su marco ideal.
Geográficamente el municipio presenta un relieve muy montañoso. Por ello, la zona alta, donde se retira aire de cumbre, ofrece un templo de naturaleza. Allí se perciben los rayos de sol que se filtran a través de los altos árboles. Esa luz es la que armoniza el paisaje y que ilumina la marcha del caminante por ese verde sendero, entre hierbas olorosas y sobre alfombras de hojas que crujen al andar. Se palpa un silencio luminoso contagiado por el piar de algunas aves.
A continuación, ofrecemos una relación de los senderos del municipio con su principales características:
- Sendero de la Mancha
- Sendero de Barranco Hondo
- Sendero de Charco del Negro
- Sendero de Acesso a la Playa del Ancón
- Sendero de Barranco de la Cruz
MIRADORES DEL MUNICIPIO DE SANTA ÚRSULA
Todo el municipio puede considerarse un «Mirador del Valle», pudiéndose disfrutar de espectaculares vistas del Valle de La Orotava, del Teide y de gran parte de la costa norte. Cuenta con una amplia diversidad de miradores, repartidos desde la costa hasta la zona forestal. En la zona costera, podemos contemplar bellos paisajes de la franja litoral como la Playa de El Canto y su Roque de La Playa, en Barranco Hondo o el Charco del Negro.
Destacan los miradores ubicados en la Cuesta de la Villa, la Urbanización de La Mancha, en el Lomo Roman o Mirador El Negro, en la Urbanización La Quinta o Mirador el Michel, o en los alrededores de Barranco Hondo.
En la zona de medianías también cuenta el municipio con privilegiadas vistas como, por ejemplo, las que podemos observar a lo largo del Camino Guanche, que está ubicado en el margen oriental del municipio, y las del Camino de la Candelaria, en el margen occidental.
Nuestro monte, además de ser uno de los puntos donde se conecta con pueblos vecinos, es una verdadera recreación de naturaleza y fauna para el caminante, además de ser un gran transmisor de armonía y serenidad en su caminar.

Mirador del Fotógrafo / Bosque de Las Lagunas / Zona Forestal.
Ubicado en la zona alta del municipio dentro del Espacio Natural Protegido Las Lagunas, por la zona limítrofe con el municipio de La Orotava, este enclave fotográfico posee una vista panorámica de la cumbre con el Teide de fondo, constituyendo una de las cuencas visuales de más belleza en el municipio, sobre todo al atardecer. El acceso al mismo es a través de la pista forestal que llega al Área Recreativa de Las Lagunas a unos 300 metros más adelante.

Mirador de La Quinta / Zona de la Costa
En la Urbanización de La Quinta, donde se dice que cerca de la Casa de la Marquesa hay restos de la cultura guanche, se encuentra este mirador en el borde del acantilado. Desde él se puede contemplar la zona costera del Valle en dirección hacia Puerto de la Cruz.

Mirador de Lomo Román / Zona Costera.
Situado al final de la Urbanización Lomo Román, junto al comienzo del sendero que baja al Charco El Negro, desde ese lugar se aprecia una panorámica del cantando y toda la senda que desciende hasta llegar a El Charco del Negro.
Muy próximo al mirador, y justo al comienzo del sendero, se localizan los restos de una antigua cantera de gran importancia histórica.
Mirador Cumbres del Norte y Cumbres del Sur/ Zona Forestal
Registrado en el documento Red de Miradores del Cabildo de Tenerife como de Interes Paisajístico Máximo, este mirador, que se asoma hacia el norte y hacia el sur, se sitúa en la zona conocida como Barranco de la Fortuna en el borde del Parque Natural de La Corona Forestal. Se accede desde una desviación de la Carretera C-824 situada a la altura del Km 12 y a un altitud de 2.000 metros.
Desde este lugar se puede apreciar una vista de la cobertura vegetal del pinar de alta montaña y el desarrollo urbano de Valle de Guerra y Tejina hacia el norte, y Candelaria y Arafo hacia el Sur.

Mirador de la Urbanización de La Macha / Zona de la Costa
Se encuentra casi al comienzo de la urbanización y desde él se puede observar la zona costera de playa del Paisaje Protegido Costa de Acentejo del municipio de La Orotava, una panorámica de gran belleza que comprende toda la zona del Ancón prolongándose hacia la franja costera del norte de la isla.

Mirador en Camino del Mar / Zona de la Costa
Se encuentra al final de la urbanización y desde él se puede observar la zona costera de playa del Paisaje Protegido Costa de Acentejo del municipio La Victoria de Acentejo, una estampa maravillosa donde se puede ver además la grandeza de Barranco Hondo que divide Santa Úrsula y La Victoria de Acentejo.
ENTRE LAS NUBES Y EL MAR
El clima de Santa Úrsula se caracteriza por una gran estabilidad atmosférica en las capas altas e inestabilidad en las inferiores, lo que da lugar a una formación de nubes conocidas como «Mar de Nubes». Además, presenta una serie de pisos, propios de la fachada de barlovento, caracterizados por temperaturas suaves y escasas precipitaciones en la zona baja, y mayor humedad en la zona alta, generada por los frescos y húmedos vientos alisios. Las zonas por encima del mar de nube reciben más sol y la humedad disminuye, produciéndose un descenso de las temperaturas.
La temperatura media anual de la costa es de 19ºC sin grandes contrastes térmicos, siendo la amplitud térmica media anual de 5ºC gracias a la acción reguladora de las brisas marinas y por el mar de nubes que propicia una humedad relativa elevada y unas precipitaciones constantes durante casi todo el año.
PATRIMONIO ETNOGRÁFICO
Las explotaciones agrícolas y los distintos cultivos del lugar han utilizado en otros tiempos infraestructuras de las que algunas, aún hoy en día, se encuentra en uso. Es el caso de las eras, espacios de tierra delimitados por un círculo de piedras, donde se trillaban los cereales, como las que se hallan en la zona de Las Toscas.
Los lavaderos fueron imprescindibles en la vida cotidiana. Allí se realizaba el lavado de la vestimenta diaria, al tiempo que eran lugares de reunión para las señoras del pueblo. Muchas cargaban las prendas sucias en sus cabezas sobre un ruedo y en rodilla de tela, para hacer más soportable el peso. Entre los lavaderos más importantes destaca el de Morra Los Sauces.
El abastecimiento de las aguas municipales se realizaba a través de chorros. Allí se dirigían las familias para cubrir las necesidades del consumo familiar. Tanto hombres, como mujeres y niños cargaban agua en cántaros. De este modo, los chorros, al igual que los lavaderos, se convertirán en puntos de encuentro y conversación entre los vecinos. Podemos encontrar algunos de estos chorros en el casco, en el Farrobillo, en el Acceso de Tosca de Ana María, en la Calle Las Ranas, en el Barranco de Benza, la Fuente de Juan Benítez, etc.
De gran interés son también los lagares. Juegan un papel importante en la extracción del mosto de las uvas para la elaboración del vino. Encontramos algunos ejemplos de estos lagares en la calle Cala, en las entradas de la Urbanización La Quinta, en la Corujera, etc.
Existen otros elementos naturales que guardan una relación nuestra historia, como es el curioso Pino de Las mujeres, situado en las inmediaciones de Las Lagunas y en el que descansaban las mujeres cuando iban al monte a recoger pincha o madera para sus hogares. También destaca el pino del Roque Chico, donde se aprecia una bonita vista al estar situado en lo más alto del roque.
PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO
Las edificaciones religiosas y civiles que se conservan desde épocas pasadas en Santa Úrsula nos recuerdan la vinculación de sus antepasados al culto religioso y a la actividad agrícola. Guardan el aroma y los recuerdos de su estrecha relación con la historia, la cultura, las tradiciones, así como el desarrollo económico, social y urbano de los siglos anteriores.
Plaza de Santa Úrsula
Situada junto al templo parroquial de Santa Úrsula, se remonta a la época fundacional del municipio. Desde entonces ha venido siendo lugar de proclamas, pregones, festejos, y núcleo activo de la vida local, popularmente conocido como La Plaza.
Casa de la Portuguesa
La Casa de la Portuguesa, Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2007 y adquirido por el Ayuntamiento de Santa Úrsula en el año 2010 constituye uno de los últimos testimonios de un tipo edificatorio de influencia británica de finales del siglo XIX y principios del XX en la comarca de Acentejo, y del que escasos ejemplos subsisten en el Valle de La Orotava.